Así es la comunicación: simple y complicada. Una acción natural y primitiva entre un emisor, un receptor, un código, un canal y un mensaje; que actualmente están trascendidos por estímulos que generan desde colaboración hasta competencia con la aparición de las redes sociales. Pero hay quienes en medio de la vorágine de clicks, scrolls, likes y views hacen de comunicar un arte, como Mai Pistiner. Durante una entrevista con Doble A, la periodista e influencer habló sobre el desafío de hacer contenido en plataformas tan sugestivas como Instagram y Tik Tok.  

“Si yo para los 25 años no trabajo en un medio de comunicación tradicional, me dedico a otra profesión”, cuenta la joven en un video de su canal de YouTube. Así fue que ingresó durante 2016 a trabajar en América Televisión, donde fue host de Uno.AR. Se trataba de un proyecto de periodismo nativo de las redes sociales. “No era común”, describe acerca de la experiencia que reforzó su pasión, y también su posición.

Iniciar una carrera en los medios de comunicación fue un proceso “doloroso” a causa de los prejuicios. “El desafío más grande fue entrar sin tener un padrino o una madrina”, comenta tras años de “mucha, mucha, mucha garra”. Desde entonces comenzó a generar su red de contactos a través de mensajes, llamadas y correos electrónicos. Solo miraba hacia adelante, sin mirar hacia los costados para evitar comparaciones.

Luego de cumplir 30 años, renunció a su trabajo en América Televisión para dar un nuevo enfoque a su energía. Así potenció su academia, donde brinda cursos y también da consultorías a figuras públicas y empresas. Y, por supuesto, generar contenido para sus cuentas en las redes sociales a su manera y a su ritmo. “Hace unos años, hubiese sido mi sueño, y quien iba a decir que ahora iba a rechazar la oportunidad para ser independiente”, agrega sobre la propuesta de participar en un programa de A24 tras anunciar su retiro del canal.

Actualmente, la influencer brinda información y también motivación -a través de historias personales- en sus cuentas de Instagram y de TikTok. “Se que comunico a un público específico, porque se que las redes sociales no están para contenidos profundos y en ocasiones controversiales”, reflexiona. En general, su audiencia está compuesta por mujeres “curiosas” que buscan aprender más allá de la “estética” que suelen implicar las plataformas. “No dejaría de hacer lo que hago para tener más seguidores porque no estaría contenta”, subraya.

Con el paso del tiempo, no solo fue compartiendo su lado profesional sino también abriendo su lado personal. “Me sentía expuesta, sobre todo cuando no tenía pareja”, asegura ya que de pronto tenía una cita y le daba “vergüenza” que esa persona viera sus publicaciones sobre la soltería u otras problemáticas de la juventud. Cuestiones que de alguna manera interpelan a todos, y que generaron el agradecimiento de los seguidores. Expresión que, para ella, fue una "señal" a seguir. 

Antes de finalizar, Mai Pistiner analiza su presente mientras reafirma su vocación. “No me la creo ni para un lado ni para el otro, ni sos la mejor ni sos la peor”, sostiene y sigue: “Ahora que me pedís una entrevista, siento que estamos hablando como pares. Incluso, siendo periodista, me genera más curiosidad saber quién sos vos”. De pronto, “me dan más ganas de preguntar que de responder”. 

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